Los casos representan menos del 2% de las pacientes. Este sábado es el día mundial de la lucha contra la enfermedad.
En nuestro país, el cáncer de mama es el más frecuente en la mujer. La edad es uno de los principales factores de riesgo. Verlo en mujeres jóvenes, en sus 20 o 30 años, es poco frecuente. Pero, cuando sucede, suele ser más avanzado y agresivo.
El Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama -que se celebra este sábado- sirve para reforzar la necesidad de estar atentas a la enfermedad en forma temprana. Cuanto antes, mejor.
Un estudio publicado en agosto por la Clínica Mayo de Estados Unidos concluyó que "las adolescentes y las jóvenes representan menos del 2% de las pacientes con cáncer de mama, pero se les suele diagnosticar cánceres más avanzados con una biología tumoral más agresiva, incluidos los tipos triple negativo y HER2 positivo".
Para la investigación, usaron la Base de datos Nacional del Cáncer de los Estados Unidos. Identificaron los casos de más de 46 mil mujeres menores de 40 con cáncer de mama. Y los compararon con más de 160 mil pacientes de 40 a 49 años.
"Según el estudio, las mujeres muy jóvenes, de 15 a 29 años , habían padecido una enfermedad más avanzada que las mujeres de 30 a 39 años, por lo que es muy importante que las más jóvenes adviertan cualquier cambio en sus mamas y consulten con su médico al respecto", explicó Judy Boughey, cirujana mamaria de la Clínica Mayo.
En la investigación, una mayor proporción de las pacientes de hasta 40 años presentaron la enfermedad en los estadios clínicos II o III que las mujeres de 40 a 49 años. El estadio II abarcó al 44.3% de las más jóvenes contra el 29.9% de las más adultas. Y en el estadio III fueron el 14% contra el 7.7%, respectivamente.
También hubo una mayor proporción de jóvenes con los tipos triple negativo y HER2 positivo. Entre las triple negativo, fueron el 21.2% (menores de 40 años) contra el 13.8% (de 40 a 49 años). Y en las HER2 positivo, fueron el 26.0% y el 18.6%, respectivamente.
Incluso las más jovencitas, de entre 15 y 29 años, tuvieron enfermedades más avanzadas y de los tipos triple negativo y HER2 positivo que las del rango de 30 a 39 años.
Consultado por Clarín, el doctor Juan Isetta, mastólogo del Hospital Británico y miembro de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM), coincidió con los resultados del estudio. "Es así. Cuando el paciente es más joven, la enfermedad aparece más avanzada porque es más agresiva", señala.
"Lo que dice este trabajo, al igual que otros anteriores, es que son enfermedades de más agresividad. Los triples negativos los consideramos los tumores más agresivos. Y en la población de gente joven es más frecuente que aparezcan. Después, como grado de agresividad, vienen los HER2 positivos. En algunos trabajos dicen que es más frecuente que aparezca el HER2 positivo en gente joven", agrega.
¿Qué tan frecuente es el cáncer de mama en jóvenes?
No existen cifras oficiales. Según números estimados de la Sociedad Argentina de Mastología, de la totalidad de las pacientes con cáncer de mama, el 6,6% se diagnostican antes de los 40 años. Esto representa un 3,2% en el rango etario de 40 a 35, un 2,4% entre 35 y 30 y un 1% en menores de 30 años.
"Aparentemente fue aumentando la incidencia en mujeres más jóvenes", explica Isetta, basándose en diversos estudios, aunque señala que se desconocen los motivos de este incremento.
Según Isetta, las pacientes jóvenes tienden a presentar mayores chances de antecedentes familiares y de mutaciones genéticas. Por otro lado, el no tener hijos y no amamantar son factores que aumentan el riesgo de cáncer de mama. Y en este grupo de edad es lógico que eso ocurra porque, en general, una chica de 25 años nunca se embarazó.
Cómo detectarlo a tiempo
Debido a su corta edad, estas pacientes no se hacen mamografías. Por lo tanto, "el 90% de las menores de 40 años con cáncer de mama son sintomáticas", dicen desde la SAM. Esto significa que llegan al consultorio porque se palparon un nódulo o se produjo un cambio en sus mamas.
"La detección temprana es muy importante ya que cuanto antes se detecte el tumor y se inicien los tratamientos, mayores serán las posibilidades de curación", sostiene Luciano Cassab, también miembro de la SAM.
Los expertos indican a las chicas hacerse el autoexamen y estar atentas a cualquier cambio en las mamas.
“Es importante que ante la aparición inesperada de un nódulo o bulto, secreción de sangre por pezón, cambios en el color de la piel, enrojecimiento de la mama, alteraciones en la forma como retracciones u hoyuelos, aparición de ganglios en las axilas o cualquier otro signo fuera de lo común, se recurra al mastólogo para su estudio y control”, dice Cassab.
En mujeres asintomáticas y sin antecedentes familiares, la SAM recomienda efectuar una mamografía de base a los 35 años, y luego, a partir de los 40 años, una mamografía y ecografía mamaria de forma anual.
"Nadie se iba a imaginar que tenía cáncer"
"Para mí, lo tengo desde los 28, porque fui por un bultito", arranca María Florencia Calvo. "Me dijeron que era displasia. Me fui, pero me quedé con la duda. Nunca nadie se iba a imaginar que tenía cáncer, a mi edad", cuenta sobre aquel primer control.
"Dejé pasar un año. Confié en eso de la displasia, pero igual el cuerpo me estaba avisando. Me dolía la cabeza", sigue la realizadora audiovisual. Su familia estaba en Tandil y ella sola en la Ciudad.
Volvió a controlarse, ya con 29 años. Y entonces el mastólogo le dijo: "Hacete ya una biopsia". Fue entonces cuando le diagnosticaron cáncer de mama.
Florencia se queja del tiempo perdido y recomienda a las chicas que tienen un bulto que insistan a sus médicos para que lo examinen. "Los profesionales me salvaron la vida, no estoy en contra de la ciencia. Pero tenemos que estar conectadas a nuestra intuición", sugiere a las mujeres.
"Nunca me pregunté '¿por qué a mí?'", asegura convencida de que lo suyo no era genético, porque le analizaron 40 genes en Estados Unidos y lo descartaron como causa. "Gracias a Dios estoy curada", dice tras 16 sesiones de quimioterapia y 25 de rayos.
Se apoyó en los libros, en la música, en sus amigos y su familia. Gracias a un folleto que llegó a sus manos, fue al Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (Macma) y sigue yendo todos los martes. También participó en la caminata rosa de Villa Lugano y la caminata Avon en Palermo.
Mamografías en la cárcel
La Fundación AVON, junto a LALCEC y al Servicio Penitenciario Bonaerense, en el marco del Programa Justicia Restaurativa "Reparas Para No Repetir", estuvieron esta semana en las unidades N° 46 y 47 de San Martín para garantizar a las mujeres en situación de encierro el acceso a los controles necesarios para el cuidado de la salud. La iniciativa incluyó la realización de mamografías gratuitas y charlas de concientización.
Fuente: Clarín - Acceda aquí para leer el artículo original.